La popularidad de los hielos perpetuos ha aumentado en los últimos años debido a la creciente conciencia sobre el cambio climático y sus efectos en el medio ambiente.
Los hielos polares son considerados indicadores sensibles del calentamiento global, ya que su tamaño y masa están directamente relacionados con las fluctuaciones de temperatura y precipitaciones.
También hay que destacar que son un espectáculo visual. Grandes concentraciones de hielo que abarcan las zonas polares. Atraen a cientos de turistas, especialmente a los que están fascinados con los polos y su peculiar ecosistema.
En esta publicación hablaremos de los hielos perpetuos. Te diremos todo: desde qué son, pasando por sus características, fauna, flora y clima de los hielos perpetuos para que comprendas el auge que hay alrededor de ellos, tanto en el área científica, como en el ámbito turístico.
¿Qué son los hielos perpetuos?
También conocidos como hielos polares, son grandes masas de agua congeladas que se encuentran en las regiones de baja temperatura, donde la acumulación de nieve supera la fusión.
Se caracterizan por su capacidad para mantenerse congeladas durante tanto tiempo y preservar su forma incluso en las estaciones y temporadas más cálidas del año.
Muchas personas encuentran fascinantes la majestuosidad de los paisajes por sus montañas de hielo. Es tan así, que su deshielo es un atractivo turístico para muchísimas personas, quienes peregrinan para no perderse este espectáculo de la naturaleza.
Lugares con presencia de masas polares son destinos comunes para quienes desean capturar una fotografía de estas montañas.
¿Cómo se forman los hielos perpetuos?
Inicia cuando las aguas marinas llegan a su punto máximo de congelación. La presión ejercida en las capas superiores se comprime y compacta las capas inferiores, creando una concentración sólida de hielo que se extiende más allá del sustrato rocoso. Este proceso puede tardar hasta 100 años.
Características de los hielos polares
A diferencia de otras masas de hielo, como los glaciares tradicionales, los hielos polares tienen sus propias características que lo definen. Aquí te contamos algunas peculiaridades:
- Morfología. Los hielos polares presentan una amplia variedad de estructuras y formas. Por ejemplo, tienen forma de montaña o anfiteatro.
- Color y textura. Presentan diferentes tonalidades azules, que varían según la densidad y la cantidad de burbujas de aires atrapadas. Su superficie puede ser rugosa y fracturada debido a los procesos de fusión y congelación.
- Hábitat único. Estas masas congeladas albergan ecosistemas únicos adaptados a las condiciones extremas. A pesar de las bajas temperaturas, existen organismos que son capaces de sobrevivir a los entornos más inhóspitos. Los encuentras de todas las clases: algas, bacterias, líquenes, animales polares y aves marinas.
- Recursos de agua dulce. Los hielos polares son fuentes de agua dulce, las cuales se almacenan en el interior de las concentraciones de hielo. El derretimiento de estas masas contribuye al suministro de agua en ríos y lagos, esencial para la vida humana y la agricultura.
Temperatura de los hielos perpetuos
Las temperaturas varían según la ubicación geográfica y las condiciones climáticas. En las regiones polares, como el Ártico y la Antártida, las temperaturas descienden fácilmente los 0 grados Celsius en el año.
De hecho, en la Antártida se han registrado las temperaturas más bajas de la tierra, por lo que te puedes dar una idea del frio que hace en estas extensiones congeladas.
Según estudios realizados en hielo perpetuos, las temperaturas promedio varían entre los -30 grados Celsius y los -50 grados Celsius.
En zonas de alta montaña, donde también aparecen algunas formaciones de hielo perpetuo, las temperaturas bajan de manera considerable debido a las elevadas altitudes. Sin embargo, no llegan al punto de las zonas glaciares, rozando apenas los -20 grados Celsius en la temporada más fría del año.
Dónde se encuentran los hielos perpetuos
Aunque son característicos de las regiones polares, podemos encontrar algunas concentraciones de hielo perpetuo en zonas donde la temperatura supera los -10°C y la nieve se acumula durante largos periodos de tiempo hasta formar esas grandes montañas de hielo.
En todo caso, los lugares donde puedes encontrar hielo perpetuo, en caso de que decidas avistarlos en alguna oportunidad, son:
Antártida
La Antártida es el continente más frío de la Tierra, por lo que no sorprende que exista hielo perpetuo. De hecho, alberga la mayor reserva del planeta de estas masas congeladas.
Eso no quiere decir que los encontremos en todo el continente. Se extienden, principalmente, por la península antártica.
Las capas de hielo perpetuo en la Antártida tienen un espesor promedio de aproximadamente 2,16 kilómetros. Unos verdaderos monstruos de hielo que cubren esta zona de frío ensordecedor.
Ártico
Otro lugar donde se encuentra hielo perpetuo es el Ártico, una región ubicada alrededor del Polo Norte, compuesta por el océano Ártico cubierto por hielo marino.
Aquí también hay que tomar esas “masas de hielo” con pinza, ya que no todas son perpetuos. Solo se consideran aquellos que persisten a lo largo de los años, e incluso décadas, en perfecto estado de composición.
Un área de atracción rodeada de hielos perpetuos, y que recibe a cientos y miles de turistas al año que quieren presenciar estas masas congeladas, es Groenlandia, la isla más grande del Ártico.
Cordillera de los Andes
Se cree erróneamente que el hielo perpetuo se forma solamente en las regiones polares, pero no es así. También puedes encontrarlos en áreas montañosa donde la temperatura alcanza el punto de fusión suficiente para acumular nieve por largos periodos de tiempo.
Una de esas áreas es la cordillera de los Andes, que atraviesa varios países de América del Sur, como Argentina, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador, que presentan una que otra formación.
Destacamos lugares como el Parque Nacional “Los Glaciares” en Argentina y el Parque Nacional Torres del Paine en Chile.
Montañas rocosas
En América del Norte también encontramos zonas donde se forman hielos perpetuos, como las montañas rocosas. Por ejemplo, en Canadá, la región de Columbia Británica y el Parque Nacional Jasper para ser más exactos, son conocidos por sus masas de hielo. En los Estados Unidos, específicamente en el Parque Nacional Glacier, en el estado de Montana, existen algunos ejemplares.
Clima de los hielos perpetuos, ¿cómo es?
Los hielos perpetuos se encuentran en zonas donde las temperaturas son consistentemente bajas durante todo el año, siempre inferior a los 0 grados Celsius. Por lo que, si hay algo claro sobre el clima es que hace frío, mucho frío.
Los inviernos son extremadamente oscuros, de escasa luz o ninguna durante varios meses. Los veranos son cortos, pero pueden experimentar periodos de luz solar constantes, conocidos como el fenómeno del sol de medianoche, donde no se pone durante varios días seguidos.
Vientos polares, como los del oeste en el Ártico y los vientos catabáticos en la Antártida, son característicos de las regiones polares y contribuyen a las condiciones climáticas severas y desafiantes. Son vientos fuertes y fríos, a menudo acompañados de ráfagas intensas, que pueden dificultar la movilidad y aumentar la sensación de frío. Es uno de los momentos en que más bajo caen las temperaturas en los hábitats donde se desarrollan y forman los hielos permanentes.
En cuanto a las precipitaciones, son bajas debido a las bajas temperaturas. Se produce principalmente en forma de nieve, lo que permite la formación y acumulación de hielo a lo largo del tiempo.
Pero eso no es lo único que podemos decir sobre el clima de los hielos perpetuos. Hay un factor clave que está provocando diferencias en las condiciones meteorológicas de las masas congeladas, y es el calentamiento climático.
El cambio climático tiene un impacto significativo en los hielos perpetuos. En los últimos años se ha observado un aumento en las temperaturas y derretimiento acelerado de los glaciares en muchas áreas, lo que afecta el equilibrio de los ecosistemas, patrones de precipitación y el nivel del mar.
Flora de los hielos perpetuos
Debido a las duras condiciones climáticas, la flora es escasa en los hielos perpetuos. Todo lo que encontraremos son plataformas congeladas sin casi vegetación. Sin embargo, hay algunos organismos que se adaptan a las bajas temperaturas y sobreviven en los entornos inhóspitos de los glaciares permanentes.
Para entenderlo mejor, y debido a que no todas las zonas son iguales, dividiremos la flora de la Antártida y la del Ártico. Veamos:
Flora de Antártida
Desafortunadamente, no hay arboles ni arbustos en las áreas donde se forman los hielos perpetuos de la Antártida. Pero hay especies que son capaces de florecer incluso en el frío más ensordecedor:
- Líquenes. Son organismos simbióticos formados por una asociación de hongos y algas. Representan la forma de vida dominante en esta zona y puede encontrarse en diversas formas y colores.
- Musgos. Algunas especies de musgos sobreviven a las condiciones extremas de los hielos polares. Crecen en áreas donde la nieve se derrite durante cortos periodos de verano.
- Algas marinas. En las áreas donde las temperaturas son más cálidas, podemos encontrar algas marinas. Se adhieren a las rocas y la superficie del hielo marino, aprovechando la luz solar y los nutrientes del agua.
Flora del ártico
Hay especies que se adaptan de manera sorprendente a los desiertos polares del Ártico. Aquí algunos ejemplos:
- Tundra Ártica. Es un ecosistema caracterizado por una vegetación baja, resistente y adaptada al frío extremo. En estas regiones se encuentran plantas como el sauce enano, el brezo, el arándano y el musgo ártico. Crecen cerca de la superficie del suelo y forman un tapiz vegetal que ayudan a retener el calor.
- Plantas acuáticas. En los cuerpos de agua de los hielos perpetuos del Ártico podemos encontrar plantas de mar como el junco ártico y la hierba de agua.
- Plantas adaptas al permafrost. El permafrost es el suelo que pemanece congelado. Algo común en los hielos polares. Algunas plantas, como el álamo temblón y el sauce polar, tienen raíces superficiales que se extienden a lo largo de la capa superior de las masas congeladas.
Fauna de los hielos perpetuos
Al igual que con la vegetación, existen animales que han logrado adaptarse a las duras condiciones de los hielos polares, llegando a sobrevivir en condiciones de frío extremo. Conozcamos algunas de ellas tanto en la Antártida como en el Ártico.
Fauna en la Antártida
Sorprendentemente, la fauna en esta zona es mucho más variada que en la zona ártica. Tenemos:
- Focas. Son comunes y pueden encontrarse diferentes especies merodeando los hielos perpetuos, como la cangrejera antártica y la foca leopardo. Dependen del hielo para descansar y reproducirse.
- Ballenas. Varias especies de ballenas migran al Antártico para alimentarse de abundantes cantidades de kril. Las más comunes son la ballena jorobada, la ballena azul y la ballena franca antártica.
- Aves marinas. Estas concentraciones de hielo son un hábitat de interés para diversas especies de aves marinas. El albatros errante, el albatros de cabeza gris y la gaviota cocinera rondan la zona.
Fauna del Ártico
Aunque son poco comunes, hay animales que viven en los ecosistemas de los hielos perpetuos del ártico. Sobreviven aquellas que desarrollan suficiente pelaje para soportar las bajas temperaturas. Destacamos:
- Osos polares. Son el símbolo del escosistema. Depredadores adaptados para cazar y vivir en el hielo marino.
- Renos y caribúes. Son especies adaptadas a la vida en la tundra ártica. Realizan migraciones marinas en busca de alimento. Se alimentan de musgos, líquenes y otras plantas de la tundra.
- Focas. Aquí también se encuentran diversas especies de focas, como la foca de Groenlandia y la foca anillada.
- Aves migratorias. Estas masas de hielo son un importante refugio para las aves migratorias. Entre ellas se encuentran el eider real, el águila marina de cola blanca, el frailecillo atlántico y varias especies de gaviotas y charranes.
Imágenes de hielos perpetuos
¿Por qué están en peligro de los hielos perpetuos?
El principal enemigo de los hielos perpetuos es el calentamiento global, ya que provoca derretimientos. De hecho, en los últimos años se ha observado un acelerado derretimiento de hielo polar tanto en extensión como en espesor, que resulta en un retroceso y disminución de su masa.
El cambio climático también ha alterado los patrones de precipitación en muchas regiones, afectando la cantidad y distribución de nieve que se acumula en los hielos perpetuos. En algunos casos, puede haber una disminución en la cantidad de nieve, cosa que reduce la capacidad de los glaciares permanentes de mantener su masa.
Pero este fenómeno climático no solo perjudica a los hielos perpetuos. También al resto del planeta, llegando a ser considerado un peligro para el equilibrio natural.
¿De qué manera? Por ejemplo: los derretimientos aumentan el nivel del mar, alterando los ecosistemas polares y provocando la pérdida de hábitats para especies que dependen de las plataformas congeladas, como los osos polares, las focas y las aves marinas, quienes lo utilizan para su alimentación, reproducción y refugio.